JESÚS ES SUFICIENTE
- GrupodeGracia
- 29 jun 2020
- 4 Min. de lectura

“Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado, y la soberanía reposará sobre sus hombros; y se llamará su nombre Admirable Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz.”
Isaías 9:6 LBLA
Pensando un poco en las múltiples ocasiones que la humanidad ha buscado llenar la desolación y angustia que producen los momentos difíciles a través de los diferentes ídolos que fabricamos en nuestro corazón, he podido darme cuenta que en muchas ocasiones - personalmente y con la evidencia de algunos cristianos que Dios me ha permitido conocer -, es que nos hemos hecho partícipes de esta misma fábrica como lo hacen las personas que no conocen a Dios y que, igualmente, nos ha llevado a navegar en el mismo mar tempestuoso y tormentoso que de ninguna manera nos conduce al buen puerto que es Cristo Jesús.
En este sentido, quiero llevarlos específicamente al ámbito cristiano. Cuando se nos predica y se nos habla que Jesús es suficiente para nuestras vidas, muy probablemente todos nosotros sin pensarlo dos veces, sin reparos, y sin ambigüedades, afirmamos confiar en este Jesús Suficiente (que por cierto debes estar consciente que involucra cada situación de nuestras vidas). No obstante, en momentos difíciles y de prueba ¿somos capaces de creerlo y vivirlo?.
Abordemos lo anterior. Es cierto que pudiésemos pensar que es normal que al estar en momentos de tempestad tendamos a creer que Dios está haciendo a un lado Su mirada, o está absolutamente ajeno a lo que estamos viviendo, pero lo que nos proporcionan las Escrituras detallan algo muy diferente a lo que nuestro razonamiento pueda dictar en esas situaciones.
Quiero comentarte que, la buena noticia para ti y para mí es que el eterno Dios dio Su veredicto manifestado hace más de dos mil años atrás, soberana voluntad que llevó a Jesús a ser crucificado por nuestras rebeliones. Cuando Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, en el consejo eterno establecieron que la Segunda Persona de la Trinidad vendría a padecer por nuestros pecados, en ese instante se nos dictó la respuesta más contundente, hermosa y esperanzadora para aquel que cree en Jesús, y se relaciona directamente con la suficiencia de Jesús para nuestras vidas, como dicen las Escrituras: “El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros ¿Cómo no nos dará con él todas las cosas? (Romanos 8:32).
Amado lector, Dios está atento a cada situación de nuestras vidas. Sí, Él está pendiente de tí y de mí, entregó a Su propio y único Hijo por amor a aquellos que Él había determinado en la eternidad. Así como lo señala Su Palabra en Efesios 1:5 “En amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad”.
Me gusta como aborda el tema la página Gracia a Vosotros (fundada por el orador y pastor de Grace Community Church en California, John F. MacArthur), donde mencionan respecto a la suficiencia de Cristo: “La persona madura espiritualmente siempre se vuelve a Dios por ayuda en tiempos de ansiedad, angustia, confusión o inquietud en el alma y se aseguran consejo sabio y liberación. Eso es debido a que toda necesidad del alma humana es básicamente espiritual. No existe algo llamado ‘problema psicológico’ no relacionado a causas espirituales o físicas. Dios suple recursos divinos suficientes para suplir todas esas necesidades por completo [I]”.
Nada debe ser más suficiente para un Cristiano, que Jesús mismo. Su obra en la cruz es una tonada armoniosa y llena de amor, que debe sonar día tras día en nuestras vidas, invitándonos de continuo a dejar la autosuficiencia a un lado y guiándonos a entender que si estamos aquí, es por Su gracia y soberana voluntad.

Concluyendo este artículo, sin lugar a dudas que quedamos al debe entre tanta evidencia que encontramos sobre la suficiencia de Jesús en la vida del creyente, pero quiero animar y fortalecer el centro de este escrito, y es que nuestra confianza en momentos de bonanza y particularmente de dificultad, no debe estar basada en lo que podamos hacer, interceder y/o afrontar con nuestras propias fuerzas, ni mucho menos, cuánto podamos soportar con nuestras mentes y cuerpos, asimismo, no nos debe llevar a pensar que Dios está haciendo a un lado su mirada de amor o que no sabe por lo que estamos pasando. Más allá de todo ello, la esperanza de nuestra fe debe estar fundada en la obra de Jesús, lo que nos llevará a confiar con seguridad que todo está bajo el control de Dios.
Dicho también de otra forma, para un cristiano confiar en Jesús como Suficiente en momentos de tranquilidad, por supuesto que será del todo fácil y, por cierto, muy contrario a lo que será vivirlo en momentos difíciles. No obstante, nuestra conclusión debe fundarse en que el sustento y el descanso provienen plenamente de Dios, aún cuando todo vaya de mal en peor, se debe creer y confiar en la obra de Su Hijo Jesucristo y el plan redentor de Dios. TODAS las circunstancias diarias, sean buenas o malas, están sujetas a Su voluntad. Él es la respuesta y la única respuesta a todo anhelo de cada corazón humano [II].
Confiemos en el sacrificio ETERNO y SUFICIENTE de JESÚS en la CRUZ por amor a nosotros.
Referencias:
[I]. La Palabra suficiente de Dios, 1ª Parte; by John MacArthur - www.gracia.org
[II]. La suficiencia de Cristo únicamente; by John MacArthur - www.gracia.org
Por Claudio Andrés Pailamilla Vera, perteneciente a la Iglesia CEGAD de San Antonio; casado con Constanza Ureta, y padres de Facundo.
Comments